nos excedía
todo lo desvelado
y su propagación de boca en boca
nos excedía el pulso
de lo prohibido
antes de que tuviera nombre
tú llevabas una ciudad en la espalda
con sus secretos vicios
y sus casas de nieve
(yo un zumbido de agua tibia
y estaciones al sol)
era junio
—lo recuerdo
lo escribí—
nos quedamos cobardes
no hubo más secuelas.
foto: brooke shaden
1 comentario:
Tanto exceso y tan poco excesivos...
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