afinar el lenguaje
con tonos subconscientes
y hacer posible el agua
como si la palabra se mojara en tu boca
y comprendiera
afinarlo
y temblar cada verbo
con su humedad sagrada
su diapasón
y su ternura
afinarlo
entre lo concedido
y lo improbable
—en lo casi azul—
que vuelva y resucite.
foto: chema madoz