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A Giovanni Collazos le gusta definirse como madrilimeño, llegó de Perú escribiendo una poesía adolescente que no mostraba a nadie, y en España, concretamente en Madrid, creció no sólo como persona, sino también como poeta.
Es un poeta en continua construcción, tal vez la inquietud que todos tenemos al enfrentarnos al mundo de la palabra a él se le duplica intentando fusionar las dos culturas que le habitan: “Aún no llego a ser el poeta que quiero. Hay un pequeño dragón en mi pecho que no llega a crecer del todo (…)” Personalmente creo que nunca se llega a ser el poeta que uno quiere, pero él está en el camino y una prueba de ello es que tiene un estilo, precisamente “mestizado”, que le distingue y afianza cada día.
Todavía no ha editado ningún poemario, ha sabido contener los impulsos iniciales de verse negro sobre blanco y ahora no tiene prisa, es consciente de que el tiempo es un factor esencial para el reposo y la madurez. Sabe que llegará.
Como no podía ser de otra forma, nos convocó en un restaurante peruano, El Cholo, y allí, en ese trocito de Perú en la zona de San Bernardo en Madrid, con un vaso de pisco, nos contó:
Sigue modulándose y creciendo, lo podéis comprobar en su blog El plebeyo:
Gracias, Gio, un millón de gracias por tu sinceridad y por tu poesía. Fue un placer conocerte y charlar contigo.