Palabras sostenidas sin destino,
sílabas con fatiga sollozantey el eco de la lluvia en las vocales
cuando muere de agua la tarde
y llora pretéritos imperfectos
con lágrimas desnudas y sin sueños.
Me desprendo de siglos de tu voz
en la tristeza de las olas que combaten,
cierro mis noches de ojos y duermo;
duermo mientras la vida se contiene
y se acallan los instantes sin estambres
porque tú me anocheces a destiempo.
Me duele la maraña de silencio
y tiembla el aire de matices impronunciables
en el perenne desorden de mi boca con tu nombre.