no sirve
seguir llorando
he de afrontar
que duermes entre lápidas
que has dejado
un rastro de ternura
en tu pausa de tierra
que has sembrado amor
sin represalias
y cuando hablo de ti
porque te nombro
en las sílabas
y en las hojas
viento por viento
rama por rama
como carne de tu carne
uncida a tu trazo
y a tu huella
hijo de Nicolasa y Fermín
—aunque en realidad eras nieto
y huérfano y solo—
superviviente
soñador
equilibrista
cuando hablo de ti
papá
tu origen
me perfecciona.
foto: mi padre de pequeño