miércoles, 4 de enero de 2012

en el hospital

.























había otra ternura en sus bolsillos
y un infinito abierto en cada esquina,
esmaltaba promesas de cartón
sin saberlo,
las colocaba cada día
                                    en los olmos
y esperaba,
unos minutos, una hora, tres lunas,

había soledad, allá abajo, en el patio
y la sombra pequeña
de un ciprés,
había una luz y el recuerdo amargo
de todo lo incumplido,

sollozaba el poema de su muerte
        como si todavía.

[foto: yanire fernández]

7 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

(Hoy no se me escapa: guiño cómplice)

Tremendo poema in crescendo, con un final rotundo en ese "todavía." La imagen, no puede realzar más tus palabras.

Un abrazo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Un flas, provoca la sombra de los recuerdos y a ella nos aferramos a pesar del dolor que puedan provocarnos.
Un poema con garra, querida Paloma.
Besos.

Unknown dijo...

Aquí estoy, lo he leído una, dos tres, mil veces, he ido a otras partes y he regresado nuevamente, y siempre siento ese temblor que me provoca tu poesía, que me recorre, que me estremece, que me hace sentir y llorar...Ese final, ay!
Qué puedo decirte que no te haya dicho, Paloma, si que me puedes con tus versos. SIEMPRE!!!
Un abrazo fuerte y todos mis besos.
Leo

E R I Z O dijo...

ufff Paloma que decir, sino que me sacudido... tu poema levanta palacios bajo la piel, y desde allí conquista la emotividad toda.

Simplemente eres grande.

Charcos dijo...

ya sabes que me encanta, cada palabra envuelve exacta, precisa y estalla en tantas imágenes que se hace imprescindible volver y volver al poema, y no importa porque cada vez es diferente y hay un secreto, un matiz por descubrir.

un infinito abierto en cada esquina / eres la leche que lo sepassss

Amando Carabias dijo...

Uff... Al principio parece que el poema va a ir por un lado, pero no, me llevas de la mano hacia ese dolor íntimo e inapelable... Y en el fondo, como casi siempre, tienes razón, escribimos sin enterarnos el poema de nuestra muerte.

Lidia dijo...

Simplemente, un poema fantástico.


Abrazo grande y feliz año.

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