miércoles, 25 de abril de 2012

Sobremesa
















El verbo no alimenta.
Las cifras no sacian.

—el hombre es un extraño animal.
(Blanca Varela)
Lo triste es soportar
las voces que suplican sin sonido
—sus ojos tan oscuros como el cieno—,
saber que comes cada día
y algún yogur caduca en la nevera.

Lo malo es la costumbre indiferente,
tapiada por el aire,
que ensaya una inocencia peligrosa.

Lo peor es la pálida penumbra,
el inventario
muerto a muerto.          

              Un café.

Y buscar un canal que nos hable del tiempo.

[foto: extraída de la red]

14 comentarios:

Darío dijo...

Costumbre indiferente, que mata.

Amando Carabias dijo...

Espléndido, Paloma.
Y así es, así de doloroso y cruel y miserable, por nuestra parte.
Y esa indiferencia la aprovechan nuestros chacales para hacer aún más altas las murallas que nos separan, más hondos los fosos, más afiladas las navajas.

leolo dijo...

Es un gran poema Paloma, aunque creo que una imagen tan impactante como la de la foto que le acompaña, le resta fuerza. Ya nos está diciendo lo que vamos a leer. Es como esos trailers que nos cuentan la película. Pero insisto, el poema es magnífico, y lo culminas con un final que nos golpea el rostro.

Un abrazo, PAloma

Paloma Corrales dijo...

Voy a hacer una excepción y voy a responderte, Eloy.

¿Le resta fuerza? La tele pone a menudo imágenes así, la red está llena de imágenes así. No sólo Somalia y los países de la hambruna, cada día son más largas las colas de Cáritas en este país. Y las vemos. Las vemos una y otra vez ¿Realmente nos impactan o estamos acostumbrados?

Pienso mucho en las imágenes, créeme. Es la que quería, es más ojalá no necesitase palabras y cada uno que la viera se parase un momento, un segundo, a pensar qué estamos haciendo. Un entrenador de fútbol gana diez millones de euros (por poner un ejemplo) y medio mundo se muere de hambre ¿civilización? Nosotros, somos nosotros, los que llenamos los estadios, los que elegimos a los políticos, los que consumimos y un largo etcétera. Y somos nosotros los que creemos que la culpa es del otro, que a su vez encuentra un tercero, que a su vez encuentra un cuarto y así hasta el infinito.

A mí me da vergüenza saber y aceptar que pertenezco a este mundo. Ciertamente el hombre es un extraño animal.

Ana Cardinali dijo...

Es brutal de bueno, Paloma. Y no digo nada más, me quedo en la reflexión y me lo llevo para la posteridad.
Abrazo! :)

elvira daudet dijo...

Gracias, Paloma, tu poema es un alarido de impotencia, un trallazo que nos golpea. Tienes razón, el mundo que vivimos es obsceno; la ente se ha acostumbrado a comer mientras desfilan en la pantalla las imágenes pavorosas de esos niños desahuciados por la hambruna y la indiferencia general. El ser humano está anestesiado por el fútbol, la basura televisiva y su propia miseria. Le han castrado lo humano.

Por eso son necesarias las palabras terribles de los poetas,
esos desdichados con las defensas bajas a los que les duele el hambre como propia, para que alcen el grito de alarma que despierte las conciencias del resto.

Por cierto, ya están en España muchos de los médicos y jóvenes voluntarios que habían abandonado sus carreras y sus familias para ayudar a "pie de obra" a estas criaturas hijas de un Dios menor y racista. Nuestro bondadoso y justo Gobierno ha retirado la ayuda miserable que destinaba a las ONG. "¡Angelitos al cielo!" Cualquier cosa antes de tocar las grandes fortunas.
Mil besos, cariño.
Elvira

Loren Simón dijo...

Esto es lo terrible que vivimos de la locura del ser, de la realidad que no tiene sentido, el hombre no tiene derechos mientras esto exista, mientras el poder se corrompe con gastos innecesarios.... no comprendo ¡¡¡¡qué somos¡¡¡¡ monstruos del firmamento ni siquiera animales...
Un beso grande Paloma, tu poema es sincero, fuerte, conciso y bien claro.

Paloma Corrales dijo...

Eloy, me releo, y lamento que parezca un ataque personal. Nada más lejos de mi intención, simplemente intenté explicar, quizá con mi propia rabia, que precisamente hablaba de "imágenes" a los que nos acostumbramos. Es tu propia libertad considerar que no es la imagen adecuada al poema.

Gracias. Un abrazo.

Lidia dijo...

Sin palabras.

Un abrazo (a mí también me encanta Blanca Varela).

La Solateras dijo...

No puedo decirte nada original. El poema es magnífico en su crudeza, la imagen, la adecuada. Es más, la imagen es un poema en sí misma.

Y yo aquí, con mi culpa porque seguramente me habrá caducado algún yogur.

Un beso

Nines Díaz Molinero dijo...

Creo que lo bueno de este poema es no sólo el poema en si mismo -aldabonazo necesario en la conciencia- sino la foto que lo precede como reafirmación de esa costumbre indiferente que denuncia.

Me ha gustado mucho ese cambio de voz. Enhorabuena Paloma.

Un beso.

AnaM.M.N dijo...

No tenemos ningún derecho a ampararnos en tanta indiferencia.Es cruel.

Gracias por este poema.

Un abrazo

Nuage dijo...

Paloma,

Es verdad que estamos "acostumbrados" a este tipo de imágenes, sin embargo no sé por qué, la que has puesto en tu poema resulta impactante, ese niño lo dice todo con su mirada y su cuerpecito.
La verdad, no hay nada más que decir.
Estoy convencida que tanta deshumanización como hay en La Tierra, no nos va a llevar a nada bueno. Estoy segura que este ciclo se romperá antes o después, porque no vamos acorde con las leyes naturales, que al final son las únicas y verdaderas, le pese a quien le pese.

Charcos dijo...

sabía que me dolería y me alegro que aún lo haga. Fuera anestesia.

sigamos gritando

el poema grande no, enorme


Besicos indignados

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