lunes, 22 de marzo de 2010

Me amabas


Foto: Noelia Palafox


Me amabas,
desde la rendija de un pasado incierto
en el umbral de los sueños innecesarios,
con una caricia sin antes ni después.

Me amabas,
irremediablemente cada noche —desalentado—
en un reflejo del paisaje frío y solitario,
cuando tu memoria inventaba una emboscada.

Me amabas,
en los múltiples pliegues de las sábanas,
en los inevitables espejismos de sugerencias
y en el silencio de la distancia.

Me amabas,
buscándome a la deriva
detrás de las imposibles sílabas de un viento
obstinado en leyendas de amor.

Yo me prendía en ese leve vértigo
olvidando la soledad de las gaviotas y su vuelo.


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