“que los poemas no son mis vestidos
sino el esqueleto
extraído con dolor"
sino el esqueleto
extraído con dolor"
Ana Blandiana
llega con la nostalgia del pan sin hornear
—sin cuerpo ni contorno—,
acude insoslayable
y un temblor le precede,
me reclama e indaga con la promiscuidad
del que explora su espacio,
me araña y me retuerce
hasta desentrañar las vestiduras
de lo que necesita ser nombrado.
[foto: extraída de la red]