Lo peor es creer.
Albergar esperanzas enterradas
con nombre de jardín,
elegir el impulso y saltar al vacío.
Lo peor es creer,
en el fondo
en quizás
en lo insólito.
Duda y miedo. Rumor. Rumor. Y fin.
(Lo peor es pensar qué hubiese sido.)
[foto: beatriz morán]