miércoles, 31 de agosto de 2011

Me vive un patio


Me está viviendo un patio
en tanto que me alcanzan las palabras.
Al amanecer tengo doce repes.
                     Nunca terminé el álbum.

19 comentarios:

Rosa dijo...

¿Por qué será que ésto me llega?... Dulce forma de escribir en cuatro líneas los recuerdos imborrables.

Un beso corazón

Pedro F. Báez dijo...

Hoy nos asedia la nostalgia. Bendita mente que puede ser máquina del tiempo, y devolvernos del olvido... Un beso y mi cariño.

Manuel dijo...

Todos tenemos los patios de nuestra infancia en ese álbum que quizá nunca se llegó a completar (yo nunca acabé ninguno).

Me gusta tu poema, Paloma. Un beso.

Charcos dijo...

es como una gota de leche condensada, de repente entras en el tiempo tan dulce y la cara se ilumina. Me encanta la fotografía parece hecha para tus versos tan patio tan de antes.

Mi insomnio te saluda yo te mando besicosss y el calor que hace también quiere decir algo pero no le dejo.

Paco Sales dijo...

Muchos álbunes sin terminar la ilusión de empezar una colección y siempre faltaban cromos para poder concluirla, unos bellos recuerdos de la niñez. Un beso para ti amiga Paloma

luis dijo...

Cuantas cosas quedaron a medias. Cuantos "repes" sin salida para siempre.
Magnifica manera de contar aquello que vive en el alma.
Un abrazo

Anónimo dijo...

evocador y cargado de presagios otoñales. Besos

La Solateras dijo...

Muchos álbumes se quedaron sin terminar; pero no sé por qué hoy tengo la impresión de que aún estamos a tiempo. Yo no tengo ningún "repe", todos mis cromos son distintos.

Abrazos repes.

Unknown dijo...

Es fantástico el poema, ese inicio, ese patio que te vive, da la idea exacta del recuerdo que recorre el alma, la mia, porque me has hecho regresar allí, a mi patio, a mis fotos y me han vivido.
Eres grande, Paloma, estos cuatro versos, me han llegado dentro y se han quedado.
Un abrazo fuerte y mil besos.
Leo

Amando Carabias dijo...

Nos llenábamos de absurdas repeticiones innecesaarias y siempre faltaban dos o tres para acabar. Y el invierono (siempre era invierno cuando llegabas a ver la meta) se desmelenaba entre dedos ateridos: sí, sí, sí, sí, sí... Los teníamos todos. Un rumor. Aquel tiene uno de los que faltan. Y entonces aprendías que para llegar a tu felicidad tenías que aceptar el abuso. Pero lo aceptabas.
¡Qué poema, Paloma! Cuatro versos para un viaje a la nostalgia, y para recordar que también en el patio de la infancia habitó la melancolía

FJavier dijo...

Puede que sean los patios los que nos coleccionen en silencio.

Isabel dijo...

¡Qué lindo y qué linda!

Migli2007 dijo...

Cuatro líneas, cuatro versos y de golpe... un recuerdo, una vivencia amormilada en los tiempos!
Maravilloso!
Abrazos, muchos
Maffi

Marisa dijo...

Siempre había algunos
difíciles de conseguir.

Entrañables recuerdos.

Un beso

La sonrisa de Hiperion dijo...

Precioso el poema...

Saludos y buena tarde de miércoles.

Isolda Wagner dijo...

Precioso, Paloma. Qué forma de recordar la infancia en cuatro versos, como cuatro besos para ti.

Rebecca Rosenbaum dijo...

hola Paloma,
recuerdos preciosos de una nina preciosa!

un abrazo^^

Flamenco Rojo dijo...

No se puede evocar tantos recuerdos en tan pocos versos.

Un abrazo.

Ramón María dijo...

La mentira perfecta.

Muxus

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