Paloma, libre pura y blanca. Gracias por compartir esta preciosidad. poeta debería rimar con Paloma pues sois una misma cosa. un fuerte abrazo - y mil gracias-
Me gusta verte mientras recitas, porque te emocionas, porque de algún modo reescribes por enésima vez el poema que, entonces es otro, porque nos lo regalas como se regala una criatura viva, palpitante. Creo que no conocía el poema en prosa que abre tu recitado, "Presentimiento". Me parece un autorretrato magnífico y valiente. Me sigue escalofriando "Escribir": balbucear las bestias, colocarlas de frente y en silencio atenderlas. Y a partir de estos dos poemas (o así lo veo), crece el pequeño recital construido sobre dos ejes (me parece: tu reflexión sobre el amor y tu reflexión sobre la escritura. Y, en el fondo, ambas cosas son la misma y una sola, un itinerario personal, intransferible, en el que te entregas hasta la médula, aunque duela, o precisamente porque duele. Y se suceden en un todo continuo tu voz hecha verso, "pulmón y aire que la palabra fuera y no muriera": "Vértigo", "Lo escucho", "A ti", "Este poema", "Como la hache no pronunciada", "Somos..." (el título no lo he entendido bien), "Tú acudías...", "A expensas de la luz","Poema que derrime", "Cuando abras si es que abres", "Cerca de la tristeza". Concluyes con "(Once años)", un poema que ya pudimos leer aquí mismo, el 17 de agosto, según compruebo. Otro poema valiente, otro poema de sinceridad a tumba abierta. Un poema, en fin, que, si no me equivoco, es otra puerta que abres en tu camino.
Una voz cultiva y eriza mi piel. Voz donde brotan tus versos en este amanecer. Se alegra mi alma, el corazón se deja mecer por el aire de tu boca, que atrapo sin sosiego para seguir viviendo…, soñando… Porque la vida está dentro de tu cuerpo MUJER porque tu eres poesía.
Suscribo totalmente el comentario de Amando, Paloma.
Como te dije en Málaga, con motivo del inolvidable recital en el Ateneo, escucharte es tan estremecedor que uno se entrega irremediablemente a la palabra.
Un lujazo volver a oirte. ¿Para cuando un directo?.
5 comentarios:
Paloma, libre pura y blanca.
Gracias por compartir esta
preciosidad. poeta debería
rimar con Paloma pues sois
una misma cosa.
un fuerte abrazo - y mil
gracias-
Espero poder gozarlo esta noche. Lo estaba esperando.
Me gusta verte mientras recitas, porque te emocionas, porque de algún modo reescribes por enésima vez el poema que, entonces es otro, porque nos lo regalas como se regala una criatura viva, palpitante.
Creo que no conocía el poema en prosa que abre tu recitado, "Presentimiento". Me parece un autorretrato magnífico y valiente.
Me sigue escalofriando "Escribir": balbucear las bestias, colocarlas de frente y en silencio atenderlas.
Y a partir de estos dos poemas (o así lo veo), crece el pequeño recital construido sobre dos ejes (me parece: tu reflexión sobre el amor y tu reflexión sobre la escritura. Y, en el fondo, ambas cosas son la misma y una sola, un itinerario personal, intransferible, en el que te entregas hasta la médula, aunque duela, o precisamente porque duele. Y se suceden en un todo continuo tu voz hecha verso, "pulmón y aire que la palabra fuera y no muriera": "Vértigo", "Lo escucho", "A ti", "Este poema", "Como la hache no pronunciada", "Somos..." (el título no lo he entendido bien), "Tú acudías...", "A expensas de la luz","Poema que derrime", "Cuando abras si es que abres", "Cerca de la tristeza". Concluyes con "(Once años)", un poema que ya pudimos leer aquí mismo, el 17 de agosto, según compruebo. Otro poema valiente, otro poema de sinceridad a tumba abierta. Un poema, en fin, que, si no me equivoco, es otra puerta que abres en tu camino.
Una voz cultiva y eriza mi piel. Voz donde brotan tus versos en este amanecer. Se alegra mi alma, el corazón se deja mecer por el aire de tu boca, que atrapo sin sosiego para seguir viviendo…, soñando… Porque la vida está dentro de tu cuerpo MUJER porque tu eres poesía.
Gracias por compartir.
bss
Suscribo totalmente el comentario de Amando, Paloma.
Como te dije en Málaga, con motivo del inolvidable recital en el Ateneo, escucharte es tan estremecedor que uno se entrega irremediablemente a la palabra.
Un lujazo volver a oirte. ¿Para cuando un directo?.
Un besazo.
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