viernes, 4 de mayo de 2012

solitude





























Quien ha excavado el pozo y sube el agua yacente
arriesga el corazón en la separación de sus manos.
 René Char
mira a su alrededor
en busca de,
para averiguar qué,
mira con unos ojos distintos
de tibia luz,
de esquinas minuciosas,
de agua bajo el agua,

mira con avidez los pronombres
porque ya no recuerda  
la vibración que inflama,

se mira,
se penetra, se ahonda y se derrumba
justo al límite,
en la belleza cóncava
    de un suspiro.

[foto: daniel southard]

11 comentarios:

Unknown dijo...

Suspiro que rinde armas.
Me ha gustado mucho Paloma. Besos

Amando Carabias dijo...

Es tan hermnoso como doloroso

José María Alloza. dijo...

«Ce qui vient au monde pour ne rien troubler ne mérite ni égards ni patience»
«Il faut deux rivages à la vérité» Diría el mismo Char, y así es tu poema, un cóncavo que arranca suspiros delineando orillas, entre las cuales se alborota, realizándose, la belleza.
Besos.

Darío dijo...

Mirarse muy adentro, para entender el afuera. Un abrazo.

Rafael dijo...

Bonito el suspiro que contiene todo eso.
Un saludo,

Rocío dijo...

Jo, qué bonito.

"en busca de,
para averiguar qué"

entrecortar esos versos... le da mucha más fuerza.


gracias Paloma

Ío dijo...

Es muy hermoso, Paloma, y el anterior, Abril, de leer y leer casi me lo aprendo de memoria.
Gracias

Ío

Angeles Fernangómez dijo...

Ese suspiro final lo dice todo. Me gusta, Paloma.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Tienes el don. Un placer la lectura.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Precioso, aunque duela.
Un besazo.

Nines Díaz Molinero dijo...

Pararse, penetrarse y nacer...

Que bellísimo poema, Paloma, engrandecido con el exacto tono en su lectura. Eso si que es pura vibración.

Un gran abrazo.

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