Nos recibió en su casa de Sigüenza con la mejor de sus sonrisas y un exquisito té moruno que prepara como nadie.
Fue un placer disfrutar sus versos y sentirla tan cercana. Sin lugar a dudas es una grandísima poeta que aborda los principales temas del amor, la existencia y la muerte con una voz tan íntima como bella. Quizás no conseguimos descifrar muchos de sus misterios poéticos (imposible en media hora) y como ella misma dice: “No basta una conciencia de palabras/ para desentrañar el límite y la duda”, y, efectivamente, no basta. Sin embargo, pienso que merece la pena asomarse a su apasionante obra para descubrir su visión del mundo y “otros” horizontes, los de ella, los de Carmina Casala.
Espero que disfrutéis esta entrega de “con versando”:
Un millón de gracias, Carmina, por ti y por regalarnos tu magia y tu poesía.