Reconozco la cueva,
la misma sensación de no alcanzar
el silencio
(aunque calle),
la misma oscuridad convaleciente
sentada sobre el mármol,
reconozco la cueva,
su carga insoportable de fracasos,
ese ruido de canto vaporoso
que furtivo me borra lo vivido,
como un eco que exhibe su tragedia,
reconozco la cueva
el bálsamo sonámbulo del agua detenida
cuando me quedo sola
con la noche,
las sombras y
sin dioses,
(¿qué más puedo decir...?)
es sólo mi mordaza
que me llama hacia dentro.
[foto:beatriz morán]
no me gusta esa cueva, no me gusta re-conocer-me en ella, no me gusta este cuchillo que me sangra tus palabras, no... no me gusta.
ResponderEliminary no puedo dejar de leerlo
esta vez te aplaudo con admiración y te abrazo.
En ciertas circunstancias, lo importante es vivir, revivir, resurgir, reinventarse, más aún, cuando sentimos que todo esta detenido, que no se va adelante, que no llegamos donde queremos, entonces hay que buscar nuevas vías, regenerarse, no importa cómo. Quién viva sin pecados, que lance la primera piedra.
ResponderEliminarPoema que siento lleno de un simbolismo que más allá de lo dicho. Que crece siempre, como toda tu poesía, querida Paloma. Un abrazo fuerte y mil besos.
Leo
Lo importante es reconocerla. Me detuve para aplaudir un magnífico poema y me voy con la convicción de que el neorrealismo es el rescate posible para el arte poético en este siglo en que nos toca vivir.
ResponderEliminarUn abrazo, Paloma. Y una venia.
Quizás revivimos una y otra vez en cada poema...
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por permitirme descubir tus versos.
Rafael
pedazo de poema. Sin más. Besos
ResponderEliminarEn muchas cuevas anida nuestra existencia. Las metamorfosis sucesivas por las que pasamos nos meten en su oscuridad.
ResponderEliminarMe encantó, Paloma.
Un besazo.
Precioso Paloma, sigue buscando que seguro encuentras la cueva que todos anhelamos. Un fuerte abrazo para ti amiga mía
ResponderEliminarA veces en nuestra guarida manda la oscuridad, pero desde ella suele verse la luz de la salida.
ResponderEliminarUn abrazo.
En este poema, como en todos los tuyos por otra parte, lo de menos es el contenido, que es interpretable. Es ese don que tienes para los calificativos,oscuridad convaleciente, por poner un ejemplo, que hacen tu poesía hermosa y única.
ResponderEliminarEnhorabuena, rubia.
Besazos.
¡Qué belleza! Hay música hasta en ese agua detenida, esa música que sabes introducir en cada palabra. Un final prodigioso.
ResponderEliminarMi admiración y mi abrazo.
Y yo que creía que leerte era una placer incomparable. Ahora que escucho esa voz, la belleza traspasó todo límite.
ResponderEliminarMuy buen poema.
Cómo comentar desde el otro mundo, allí donde nos transporta una ambrosía de versos y voz.
ResponderEliminarEse poema con voz es una inyección de sangre en el pecho. Gracias, Paloma, por ser, por estar, por escribir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Isabel me ha servido de puente hasta tu poema, así que gracias a ella, por ello, y a ti, por escribir estos versos.
ResponderEliminarSUE.
Que buen poema Paloma, con esa voz tan única y tan reconocida. Y qué decir del final... Impresionante y original como todo lo tuyo.
ResponderEliminarUn beso
impresiona tu voz con ese eco que parece salir de lo más profundo, de allí dónde el eco es herida y sangre.
ResponderEliminarbesicoss poeTAZA
Un poemazo, Paloma y en tu voz, aún más!
ResponderEliminarAbrazos
Maffi
Admiro cada día más tus poemas, tu voz cálida, profunda y fuerte al mismo tiempo, tu forma de decirlos, la solidez de sus estrofas, los versos inesperados, las sorpresas lingüísticas y la resolución del asunto. Admiro, amiga Paloma, tu caudal incesante de creación poetica. Admiro tu capacidad de recrear las palabras y sus sentidos... hacia los nuestros, hasta empaparlos totalmente de tus cadencias y tus presencias.
ResponderEliminarMe encantó. Y los versos finales son d antología. Te felicito!
ResponderEliminarNi puta ni monja, diosa de las profundidades que escalan tus versos.
ResponderEliminarBesos, bella diosa.
El poema me parece magnífico, pero si lo escuchamos en tu voz ya roza lo sublime. ¡Qué manera de recitar! Esa voz acaba de salir de la cueva. ¡Impresionante!
ResponderEliminarUn abrazo admirado
Joder, Paloma, qué bueno es. No puedo dejar de leerlo, ni de escucharlo.
ResponderEliminarGracias, gracias de verdad.
¿Y no reconocés la salida?
ResponderEliminarPaloma, ma colombe...quels beaux yeux
ResponderEliminarQui était Jota...?
Je reconnais les fleurs du limbe,
Bisous.
La vida nos hace renacer en cada circunstancia. El poeta renace en cada verso. Ay, Paloma, tu voz...
ResponderEliminarBesísimos.
La más humana religión: la mente prostituida del poeta para darse a los otros sin poner precio a la palabra.
ResponderEliminarBesos.
La cueva, pricipio y fin que todo lo envuelve, cobijo cálido y deleznable lugar húmedo y viscoso, monja y puta.
ResponderEliminarVibrantes palabras que conducen a leerla varias veces para empaparse de su profundo misterio.
Un abrazo Á.
Siempre encantado con los versos que nos dejas.
ResponderEliminarSaludos y un buen domingo.
Un placer disfrutar con tus palabras, un descubrimiento... un gusto.
ResponderEliminarSaludos ;)
uf, qué añadir?, enorme.
ResponderEliminarnazcas lo que nazcas, será poema.
un fuerte abrazo.
Tu resurrección es pura pólvora.
ResponderEliminarAbrz.
incluso monja y puta
ResponderEliminarLo único y verdaderamente importante es sentirse, a pesar de los pesares, vivo... renacer desde la propia soledad.
ResponderEliminar¡Qué gozada escuchar tu voz!
Un abrazo.
Genial, genial, genial!!
ResponderEliminarBesos, Paloma!!
La cueva que es metáfora, iteración y anáfora, para darle diversas aristas en al construcción del poema, para saberse renacer desde ángulos diversos, que al fin son el mismo...parimientos,alumbramientos...cad día nos parimos, en tu poema en sombridez de la cueva...y somos no importa qué. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarMonja o puta ¿Qué más da?.. mientras la fuerza de tus versos te acompañe y nazca, renazca o reviva contigo una vez y mil veces, siempre será Paloma.
ResponderEliminarBesos
terriblemente hermoso... resignación con peso de mar.
ResponderEliminarun beso.
Estremece el misterio de la poesía, esta, que , por qué no, ayuda a salvarnos.
ResponderEliminarUn besote
Gino.
Grande.
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