Nunca hubo demasiados territorios
de ternura inventada,
y sin embargo siempre vuelve el mismo
silencio que emigró cansado de resinas.
Nunca supe decir stradivarius
pero vestí palabras con madera de arce
y oscilé por la vida ensayando el amor.
[foto: nick bartoletti]
super certero en sensaciones
ResponderEliminarun abrazo desde el sur
precioso Paloma
ResponderEliminarla fotografía, tus palabras y esa música que no sé porqué está pegada a ellas. ay las resinas que ni la trementina más fuerte las despega.
me encantan tus notas
besicos muchosss glup glup
Leerlo, es sentir cada palabra remarcando su sentido dentro, y con cada una, la sensación de conocer lo que describes crece y me aferra, quizás, porque hay momentos en los que me siento oscilar y prescindo de ser, tal y como dices... En esos momentos me dejo llevar por el sentir, como me sucede con tus versos, Paloma. Es imposible no sentir que dentro de ellos late la vida.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y un besazo.
Leo
Leerlo me llena de nostalgia.
ResponderEliminarMuy bonito! Un abrazo fuerte.
Prescindiendo de ser...
ResponderEliminarPara fundirse y respirar al otro y al poema. Así hay que entrar en los tuyos, y se disfrutan.
Abrazos.
...y nosotros bebemos los tuyos, siempre maravillosos.
ResponderEliminarmilabrazosyversos.
Y espero seguir bebiendo y disfrutando de los tuyos, hermoso como siempre amiga Paloma, recibe un gran abrazo amiga mía
ResponderEliminarLlega esta nota como un saetazo desde el paraíso, desde su recuerdo, cuando el olor a resina nos hablaba de algo que aún no sabíamos: la música brota de los árboles...
ResponderEliminarEl mejor vino está por llegar...
ResponderEliminarEs cierto, Paloma: nunca hubo demasiados territorios de esa especie. Pero, por fortuna, nos queda la poesía, y si es tuya, mejor que mejor.
ResponderEliminarBesos, preciosa.
La ternura nunca sobra, querida Paloma, y la tuya, si nos refugiamos en tus versos, menos que ninguna. No sabrás decir Stradivarius, pero...¡Hay que ver qué bien suenan tus palabras!...
ResponderEliminarBesos, querida amiga.
Suenan muy bien tus palabras vestidas de madera de arce.
ResponderEliminarBesos desde Sigüenza
Hola Paloma, llego de la mano de Julio y estoy encantada... "No me des más premios que tu tiempo para leerme; es el mejor regalo. ¡Gracias!". Me gusta como escribes, las fotos que eliges... me quedo por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
De sobras sé que no te falta madera.. ni maneras. Ya suenas como un stradivarius..pero nunca se sabe sin en algún momento falta madera, para endiñarle al jumento http://www.youtube.com/watch?v=M9NhvMSWsNI
ResponderEliminarNunca son suficientes los territorios de ternura, aunque sean inventados. Nunca!
ResponderEliminarPrecioso! y me quedo corta en palabras
Un gran abrazote
Maffi
ese silencio huele a pinar. Consigues que la intensidad sea ascendente. Enhorabuena. Besos
ResponderEliminarlo anoto.
ResponderEliminarG
Un silencio emigrante y cansado de resinas...ay!
ResponderEliminar¿Has visto, querida Paloma, como en cada poema tuyo encuentro versos que me mudan el alma de su sitio? ¿Me cuenta usted, un día de estos, cómo lo hace?
Besos.
Juanma.
Permanece en tus palabras
ResponderEliminarese don que siempre vuelve
y que cada día más crece.
Es un privilegio leerte.
Mil besos
Paloma, dulce lectura, gracias te deseo feliz verano.Un beso
ResponderEliminarNadie sabe decir stradivarius...pero sabe ser luthier de la poesía
ResponderEliminarsaludos
Breve pero intenso...
ResponderEliminarUn abrazo.
Y yo vengo a beber el fluir de sus versos. UN abrazo. Carlos
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