viernes, 4 de diciembre de 2015

(no es tan fácil)
























me acerco
a las mujeres que ya fui
con palabras abiertas
misericordia
amor y útero
con el miedo en las manos
y las uñas azules
desgastada
me acerco
para pedir perdón
y conjugarme

travestida en mujer de occidente
que se nombra 
en los susurros mínimos
pero incapaz
incapaz de un lenguaje sin estatus

con nostalgia me acerco
(a mis mujeres)
como a ese poema de lluvia
que quiere repetirse

y yo no me perdono

con las uñas azules y desgastada
no me perdono
no amo
y por ende no alumbro.

foto: anka zhuravleva

3 comentarios:

  1. La mujer que se aleja es la que consigue deslumbrarnos y hacerlo con una mujer es no perdonar a ninguna.

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  2. Quizá encuentres redención en el poema.
    La esperanza, mejor no perderla.

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  3. De esas, como estas y otras veces, que no sé decir nada más que te leo y agradecerte, Paloma, tu poesía, la hondura y la belleza. Gracias
    Abrazos

    m.

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