no llegará tu voz
a rescatarme
no llegará
y con la terca sombra de lo único
guardaré mi cabeza en un cajón
y ya sin nervios
sin ojos y sin lengua
adaptaré mi cuerpo
al frío de la sangre
y rezaré
desesperadamente
rezaré
para que mis pulmones
recuerden a sus branquias.
[foto: lilya corneli]
ay, Paloma, me es imposible decir nada congruente.
ResponderEliminarVoy a leerlo muchas veces.
Gracias.
Besos.
Ío
Mucho de sacrificio rendido. Me gusta el planteamiento y su desenlace.
ResponderEliminarbesos
Un viaje de retorno al inicio acuático de la especie, a esas raíces que nos unen con todo ser viviente?
ResponderEliminarEn todo caso, me gusta.
Extraña regresión que nunca cesa, termita intolerable que horada y fresa...
ResponderEliminarRendido me hallo hoy.
Beso, Paloma.
Para sobrevivir... nada mejor que adaptarse al medio y asumir los cambios, aunque nunca hay que perder la esperanza de ese rescate.
ResponderEliminarBesos
Tu vos quedará impresa en mi mente
ResponderEliminarcon el aire fresco de la mañana,
catapultando los sentimientos y
abrazando el alma que no siento.
un saludo
y gracias por tus poemas.
antonio
El retorno al inicio... buen final
ResponderEliminarAbrazo
Precioso.
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