Me duele sólo el alma.
Nada grave.
Ángel González
te busco
al fondo de tu taza de café,no por leer los posos, sino por la sospecha
de que la última gota, acaso por descuido,
acarició tu lengua,
te sueño
en lo abstracto del aire
(esta manía mía de ser pájaro),
te vivo
donde casi se quiebra la memoria
—tan breve como ronca—,
en el acento interno de este verso,
en el laurel, la brisa y los gorriones,
lo sé, lo hago,
y lo hago con el único propósito
de absolver tu ausencia
sin ninguna tristeza, solamente
como un acordeón ensimismado.
[foto: beatriz morán]
.
Frágil es la Desmemoria mientras quede una última gota de café.
ResponderEliminarBello poema, como siempre, Paloma. Te leo aunque no siempre te comente.
Un Beso sin Memoria, Paloma.
Tu Poesía es absolumante recitable, no sólo por los ritmos, sino por esa cadencia fónica que consigues instintivamente,(eso no se puede aprender). Yo me entiendo ;) . Besos.
ResponderEliminarSiempre que leo tus poemas me queda un sabor amargo de ausencia en la lengua y sin embargo me encanta embriagarme con tu modo de contar sentimientos hasta que la borrachera me pone al borde de la lágrima.
ResponderEliminarAbrazos.
Este mes de Julio no hay que hacer nada más que venir aquí a disfrutar de poesía de la que enhebra suspiro, belleza y música (quizás de acordeón mientras somos pájaros) y sorprendidos se absuelve la ausencia que todos añoramos en algún rincón de la memoria que haces se deshaga en unas ganas irremediables de volver a leer tus versos.
ResponderEliminaro dicho de otra forma estás que te sales Julia digo Paloma :)
Besicossss con una pizca de envidia (sana ehh)
Frágil es la memoria por eso, hay que cuidarla y memorizando tus preciosos poemas es un magnifico ejercicio para la misma, recibe un fuerte abrazo amiga Paloma
ResponderEliminarAlguien por ahí, anda diciendo que la poesía ha muerto, creo que ese señor debería pasear a menudo por este blog, porque aquí la poesía tiene casa.
ResponderEliminarY si el merito es esa manía tuya de sentirte pájaro, sigue volando hacia esos lugares que tu don te regala, y mientras absuelves ausencias, regálanos tus versos para saber que hay un lugar que aún podemos alcanzar.
Besos, besos y más besos.
Leo
Me encantó este.
ResponderEliminarSiento los momentos dolorosos del amor que yo he vivido, esos instantes obsesivos en los que trataba de adueñarme sabiendo que en realidad tendría que dejar ir...
Y es cierto, sin saberlo, uno va dejando que las memorias fluyan a un lugar -quién sabe dónde- de entierro.
De esa forma me leo en tus versos...a lo mejor era tu intención, quizás esté equivocada. Pero a fin de cuentas la poesía no es un espejo exacto, pero siempre es oportuno.
Un abrazo linda. Me agradó leerte hoy :)
Jo, Palomita, qué maravilla.
ResponderEliminarOye, mándame tus poemas para la antología del encuentro, porfa, que ya no sé cómo pedirlos. Ah! y una pequeña reseña de tu poesía. (Cuatro o cinco líneas, bueno, o seis)
Un besazo
A veces, la mejor manera de alcanzar el olvido y sobrevolar las ausencias consiste precisamente en rememorar los recuerdos de los instantes felices o no tan felices...
ResponderEliminarPrecioso poema.
Besos
Eres poeta y una gran poeta, como dice Luis Oroz, eso no se aprende. No sé que haces que no publicas.
ResponderEliminarLeerte es aprender.
G.C
Último grito de dolor ante la presencia que se ha desvanecido como un terrón de azúcar.
ResponderEliminarBesos
No lo dudes, eres pájaro que vuela alto, muy alto en el mundo de la poesía. Es un lujazo poder leerte... aunque jamás aprenderé a escribir tan bien.
ResponderEliminarBesos.
Mira que es duro ir desmemoriándose, sobre todo cuando una simple gota de café te lo revive todo...
ResponderEliminarMe viene aquella canción: se me olvidó que te olvidé.. De cualquier forma, de la desmemoria también se alimenta la poesía, y este poema es un gran poema.
ResponderEliminarBesos.
Poema doliente y hermoso, aparentemente sencillo pero de preciso trazo y calculada cadencia y contención. La cita de Ángel González no hace sino resaltar el "dolor a solas" que lo inspira.
ResponderEliminarUn abrazo.
“te busco
ResponderEliminaral fondo de tu taza de café,
no por leer los posos, sino por la sospecha
de que la última gota, acaso por descuido,
acarició tu lengua,”
Llevo un buen rato delante de este poema, no pude evitar copiar la primera parte, y sabes algo, pájaro. No sé qué decir.
Bueno sí, me hubiera gustado escribir esos versos.
Un beso desde este invierno extraño.
Gino.
Te digo lo mismo: Qué haces que no publicas?...
ResponderEliminarMe encantaría tener tu (tus) libro(s) en mi mesita de luz.
Besos, muchísimos.
Hermosos versos, transmiten sentimientos de ausencias, de búsquedas o tal vez de olvidos.
ResponderEliminarUn placer leerte!
Besos
Precioso poema que huele a despedida eterna...
ResponderEliminarUn abrazo
Marian
Te leo y me destripas...
ResponderEliminarpor eso te dosifico. :)
besos
la memoria ronca me ha podido. Razón poética: conocimiento, en comunión con el mundo
ResponderEliminarPrecioso poema y verdadera poesía. Te digo como Soco, ¿a qué esperas? Tener tu libro y releerte sería un inmenso placer para todos nosotros. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarImposible el olvido con tal búsqueda. Grandioso poema.
ResponderEliminarBesos.
La ausencia, la búsqueda y los sueños dan magnífica presencia a un poema profundo que cala en el lector para quedarse dentro.
ResponderEliminarPrecioso, Paloma, un gran homenaje a la nostalgia.
Besotes.
Cada vez que escucho un poema tuyo, dicho por ti, con esa voz, siento que tus versos penetran el alma, y tiemblo.
ResponderEliminarEnorme, Paloma.
Besos, todos los que tengo.
Leo
No te haces una idea, mi querida Paloma, de lo mucho (muchísimo) que me toca el corazón este poema en estos momentos. Uffff, casi no puedo leerlo o escucharte por el dolor tan dulce y real que me provoca. Tan cierto lo que te digo como que me llamo Juan Manuel.
ResponderEliminarBesos de vuelta. Muchos.
Voz en tus versos que hace aún más intenso el encuentro con ellos. Me ha encantado escucharte y me ha encantado el poema. Un abrazo enorme
ResponderEliminarQué hermoso cuando las palabras que salen logran esa comunión auténtica con el vivir de otro, con el sentir de otras vidas que se identifican con lo que esas palabras dicen, al borde de la incredulidad que ocasiona el descubrir que todas las vidas son una, y todos sentimos igual, sin importar las edades, los continentes, o los idiomas. Creo que eso debe ser impagable para el que escribe, no?
ResponderEliminarSiento una especial predilección por este poema... suenan tan bien los acordes de los ensimismados acordeones... http://blocdejavier.wordpress.com/2014/06/12/desmemoriandome/
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