miércoles, 16 de marzo de 2011

Desayuno

.

______________________________________foto: extraída de la red


Yo quisiera decir que con otro pulso
la hierba y los colores,
pero algo no va bien:
no recuerdo el rumor de tu cintura,
no sé poner café,
¿azúcar o canela...?

¿Alguien puede indicarme la charla de los pájaros?

No, no sé el color del cielo
y hace rato que lo estoy mirando
con los ojos de lo trascendental,
pero se desvanece
como una delgadez de vena rota,
sin memoria, sin mí.

¿Alguien puede indicarme la palabra y la brisa?

Yo conocía el aire y los gorriones
de todas las mañanas,
pero esto no va bien:
no recuerdo la forma de las cosas,
observo desde cerca,
no sé poner café…

¿Te dije que el invierno vuelve blanco el tejado,

que a veces lloran sin saber por qué,
mis etapas, mi sombra y sus pisadas?
¿Te dije que la noche es como un éxodo
y que me embiste el miedo
por si acaso confundo lo vivido?
No sé poner café…

Tampoco sé tu nombre. No deja de llover.



foto: extraída de la red

38 comentarios:

  1. No se puede leer este poema sin conmoverse, sin sentir tus palabras con la justa envergadura poética y humana, un poema que me llega muy hondo y que a pesar de la tristeza no deja de ser bello, enorme.
    Gracias, querida Paloma, este es un poema necesario.
    Un abrazo fuerte y un beso.
    Leo

    ResponderEliminar
  2. Me dejas con un nudo en la garganta. Poema, que recoge una realidad terrible, tan próxima y tan dolorosa. Con exquisita sensibilidad, por supuesto.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Impactante por donde se lo busque, simepre con la maravillosa construcción poética que te caracteriza.
    Un afectuoso abrazo, amiga y gran poeta.

    ResponderEliminar
  4. Triste es la vida
    cuando no se reconoce
    ni a uno mismo
    en el espejo,
    ya no existe
    la memoria
    ni el recuerdo.

    Has hecho un bello poema
    de esta terrible enfermedad.

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  5. Sobrecogedor. Bellísimo y emocionante. Es imposible leerte sin que se acelere el corazón y mejore el alma. ¡Qué prodigiosa capacidad tienes para hacer maravillas con las palabras!
    Te echo de menos... Besos
    Antonio

    ResponderEliminar
  6. Con tu permiso le cogeré prestado para leérselo/mal recitarlo a la abuela de mi señora. Tiene Alzheimer y estamos de acuerdo que lo mismo consigue despertarla un segundo.

    Pone los pelos como escarpias Paloma.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  7. tristes son los comienzos de Alzheimer, pero por conocimiento de causa, sabiendo que cada día es un paso atras haciendo sentir impotentes y desquiciando a todo aquel que rodea al enfermo.

    Ese es el futuro que nos prepara nuestra tan cacareada logevidad.

    ResponderEliminar
  8. Queda demostrado con este poema que lo bello es compatible con lo conmovedor…Que esta fatídica enfermedad nos pase de largo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Maravillosamente conmovedor e impactante. Las cosas hay que decirlas de una u otra manera ¿qué mejor que dejarlas transcurrir en un poema?

    Un beso inmenso, Paloma.

    ResponderEliminar
  10. Lo más triste es que se olvidan los hechos, pero perviven los sentimientos... Llorar sin saber por qué, pero sabiendo que se está triste... Recordar que un día nos hablaban los pájaros y haber olvidado el idioma de sus trinos...

    Un Beso, Paloma... Me alegra haber vuelto para leerte.

    ResponderEliminar
  11. Venid, saludad a los que se quedaron
    a su pesar
    en la consigna del miedo,
    descubierto el infierno, ya no importa
    la vida que no es.

    Decid a todos que el dolor sólo duele
    y no es bastante, que duermen
    los arrumacos de aquella infancia remota,
    subid a los cerros y gritar el nombre olvidado,
    repetidlo
    como cuando era electrizante,
    infalible a la hora de la merienda.


    No es el vacío ni la nada conquistados,
    la ausencia de la lluvia si es que llueve,
    ni es la premura de esta calma profunda,
    es la lágrima extensa,
    y no saber porque se llora.

    Un beso de café.

    ResponderEliminar
  12. Me emocionaste, Paloma.
    Una amiga muy amiga lo vive de cerca y me hiciste estar en su piel por un momento.
    Eres increíble.
    Gracias.
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  13. Sencillo, real, trágico, tierno y conmovedor con tu elegancia habitual impregnada en las palabras. Un beso grande Paloma, me encanta leerte.

    ResponderEliminar
  14. Precioso, Paloma. Una forma dulce de explicar la frustración, la implacable ausencia de uno mismo desde el interior.

    Me gustan esos versos sueltos, aislados. La estructura también nos cuenta cosas.

    Besos.
    Laura

    ResponderEliminar
  15. No sé donde ha ido mi comentario, pero te repito que me has emocionado. Perder las palabras sería la muerte, perder su significado, el porqué y a quién van dirigidas...

    Te achucho calidamente

    ResponderEliminar
  16. Una realidad, la de la enfermedad de la que hablas, que aterra y descompone. Todo pozo, todo oscuro, negro y olvidado.
    Con el amor sucede esto mismo a veces sin que ninguna enfermedad lo enmarque en ella. Olvidamos las cinturas a las que nos acogimos, olvidamos las miradas que nos ponían café cada mañana... una tremenda soledad sucede entonces.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Intensa estructura en la que no saber nos lleva a saber mucho mas de ti.

    ResponderEliminar
  18. Un precioso poema Paloma, al leerlo muchas son los sentimientos que te surgen, una enfermedad cruel que hace que uno se olvide de lo que fue y de lo que paso durante su vida, un bellísimo homenaje Paloma, un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  19. Acabo de leerte Paloma y la lágrimas no me abandonan. He vivido, vivo muy de cerca esa realidad en mis padres y sé muy bien de lo que hablas. Ahora mismo no soy capaz de escribir nada más. Solo darte las gracias, Paloma

    ResponderEliminar
  20. Un terrible hallazgo: descubrir que no recuerdas, la perdida de la identidad. Ya no se es quien fuiste. Quizás lo vivamos peor los que lo vemos desde fuera.
    El poema emociona y no cabe sino felicitarte por darnos estos regalos que nos maravillan y emocionan.
    Mis felicitaciones.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  21. No sé porqué pensaba que te había comentado, sólo puedo decirte que nadie como tú para retratar esta enfermedad de una forma tan bella y tan accesible, cada vez que lo leo no puedo evitar llorar y recordar (triste ironía)y aún se me clavan los ojos perdidos que tantas veces vi y que aún sigo viendo en tantos que padecen lo mismo.

    Gracias Paloma y besicos

    ResponderEliminar
  22. Sencillamente grande Paloma, muy, muy grande.

    Un placer una vez más disfrutar de tu sensibilidad e inspiración.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  23. Maravilloso Paloma. Un tema tan trágico, y tan bien llevado a esa zona de la belleza...

    ResponderEliminar
  24. Como ya sabéis he andado en otros líos y he tenido todo un poco abandonado. Me iré poniendo al día...
    Este poema es como una puñalada para el alma...
    Tan bello, tan sensible, tan tierna, y uno acaba hecho un nudo de garganta todo entero.

    ResponderEliminar
  25. Ya sabes, querida Paloma, que esta enfermedad me ha tocado muy de cerca... me has emocionado hasta el punto de hacerme llorar. Sólo tú podías arrancar tanta belleza de semejante desolación. Eres grande, poeta. Un inmenso abrazo.

    ResponderEliminar
  26. Magnífico y triste. Pero, hoy, yo, tan dado a la tristeza, quiero decir, en exaltación de la alegría, que hay algo que nunca se olvida: ese temblor cálido que producen una caricia o un beso.

    Besos, pues.

    Ps. Y enhorabuena por esas futuras con-versaciones.

    ResponderEliminar
  27. Hermosisímo, impactante y tierno poema, que me llega muy hondo, Paloma querida. Nunca un café me supo tan amargo como el hallazgo de éste ritornello:"No sé poner café".
    El anuncio de la promoción es muy bueno, pero queda entrecortado, no sé si sera mi equipo o si el problema es vuestro, compruébalo.
    ¡Premio!, Leonor es, ciertamente, la mujer-niña de Antonio Machado, el gran amor del poeta, que murió muy joven de tuberculos.
    Besos, guapa.
    Elvira

    ResponderEliminar
  28. Ya he estado en estado (valga la redundancia) y ha sido maravilloso, me gusta mucho y me encanta como lo recitas, me quito el sombrero.

    ResponderEliminar
  29. Hola, Paloma, he llegado a tu blog desde el de Laura Gómez Recas, me he dado un paseo por alguno de tus poemas y lo único que lamento es el no disponer de tiempo para poder pasar por aquí con más frecuencia. Dejo mi huella en este poema que me conmueve profundamente, a pesar de su tristeza es tremendamente hermoso y derrama poesía y una gran carga de humanidad. Precioso.

    Un beso

    Ana

    PD. Por cierto, tengo un poema titulado Alcoba paralela

    ResponderEliminar
  30. Sensibilidad a prueba de bomba, la tuya, Paloma.

    Qué bien escrito este poema cargado de emociones.

    Besos.
    Y felicidades por el día de hoy.

    ResponderEliminar
  31. Estremecedor tu poema querida Paloma. Gracias por compartirlo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  32. Me ha gustado como has abordado el tema de la frustración en tu poema..

    Bravo amiga..


    Un abrazo
    Saludos fraternos....


    Que disfrutes del fin de semana..

    ResponderEliminar
  33. Lindo tudo por aqui.
    Sucesso prá voce Paloma.... sempre!
    Bj meu
    MK

    ResponderEliminar
  34. Amiga, un placer como siempre, haberme pasado por tu espacio.

    Saludos y un abrazo.
    Buen domingo.

    ResponderEliminar
  35. Precioso el poema, precioso y absolutamente brutal. Me ha encantado .

    JJ

    ResponderEliminar
  36. Me estremeció tu poema, el sabor amargo de ese café me hizo recordar hacia dónde vamos, que brutalmente hermoso lo dices.
    Un beso desde el sur.

    ResponderEliminar