Foto: Noelia Palafox
Sé que a veces viajo buscando el sentido. Otras, escribo un poema magullado y con lagunas. En las farolas y en los semáforos busco rastros de amor. Regreso. Corro. Desando. Mi llanto consuelo en distintos labios. Y por más que huyo siempre estoy al principio con las manos vacías. Después, la misma pequeña y urgente nada. Vuelven las cortinas a susurrarme palabras de agua. La mañana tiene la pálida tristeza del huérfano que nunca será adoptado. Y el corazón alquimia de plomo y estaño. Irremediable y obsesiva me hago intrascendente. Desaparezco. Lo sé.
Hay un murmullo de insectos demasiado cercano.
:( permiteme que dude lo de intrascendente, y lo de desaparecer
ResponderEliminarme dejas como ese huerfano
Besicos sin insectos
Podrá empequeñecer tu voz, en apariencia, ante la barahúnda de ruidos que nos ensordecen...
ResponderEliminar¿Desaparecer...?
¿De dónde...? ¿De quién...?
Me remito a lo dicho por Luisa: pérmiteme que lo dude.
Y añado: a ciertas sensibilidades, ciertas palabras son como el agua para un sediento, por más que sintamos que somos huérfanos que nunca dejarán de serlo.
Vuelven las cortinas a susurrarme palabras...esta frase, aislada, es un microrelato (ay, nunca sé si con una r o dos).
ResponderEliminarBueno, la frase final es otro.
Deslumbrante, cercana siempre, querida Paloma. Absolutamente tocable.
Besos.
Ese cerrojo me deja como un pálpito de hondura silenciosa. Y me fragmenta, quedo despojado.
ResponderEliminarYa sabes, amiga Paloma, que cada día es un reto, que vivir es luchar contra la adversidad (la peor es la que se fragua dentro de nosotros), pero tú has aprendido a ganarle la partida a golpe de palabra. ¿Cómo vas a desaparecer? Lo que pasa es que el reto de hoy pasa por vencer los malos pensamientos, ese murmullo de insectos.
ResponderEliminarHermoso texto.
Un abrazo.
Y siempre andarás buscando el sentido, desandando el camino, avanzando, retrocediendo.
ResponderEliminarUn beso.
Yo quisiera poder andar lo que tu desandas. Porque está lleno de poesía.
ResponderEliminarLa poesía a tu hija es digna de la imagen que la acompaña. Ambas hermosas.
Paloma...resalto la poesía a tu hija
ResponderEliminarcomo madre, me emocionas!!
el anterior post no pude comentar y me encantó
y en éste, decirte que me quedo con ese llanto que se consuela en distintos labios...Genial!!
Un besazoooo
Ese cerrojo está pero Houdini también y, pese a todo, la magia no se acaba. Tú bien lo sabes. Un abrazo inmenso lleno de... libélulas.
ResponderEliminarSe queda el corazón en un puño, con los insectos zumbando alrededor y las cortinas susurrando palabras...esa nada que con nada se llena y que tiene exactamente su forma.
ResponderEliminarPrecioso y emocionante.
Un abrazo.
Así es la vida, ilusionismo puro. Pero mientras nos desaparece, tratemos de sacar algunas flores de su chistera.
ResponderEliminarAbrazos.
Querida niña, ¿de dónde te ha surgido ese miedo, tan ajeno a tu natural valiente y arriesgado? Tu bajón es típico en las madres, cuando sus criaturas abandonan sus brazos para vivir su vida.Se pasa.
ResponderEliminarTu temor a no existir nos borra a los amigos; ya no respondes siquiera a las notas personales dentro de un comentario.Busca los por qués.
Te quiero porque existes, y doy gracias por ello, no a los dioses, sino a la sabia naturaleza. Un besazo.
Desaparecer?, nada de nada tu te quedas amiga, si no quien nos brindaría estos bellos poemas tuyos, un saludo Paloma
ResponderEliminarCasi todos llevamos nuestros pesares a cuestas unos por una cosa, otros por otra. La tristeza invade nuestros corazones y nos cuesta encontrar nuestro camino.
ResponderEliminarAnimo amiga, yo me quedo inmersa en la belleza de tus letras.
Ay Paloma, que tristeza me dejan tus versos, la siento dentro de mi, como siento siempre tus palabras, esta vez, una lagrima recorre mis mejillas.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso para ti.
Leo
Tienes una metáfora fabulosa.. que sigan esos ruidos embelleciendo tus letras...
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos..
Hola Paloma, me gustaría invitarle a visitar el nuevo sitio de poesía www.latino-poemas.net
ResponderEliminarAyúdanos a compartir sus poemas :)
Dudo de si te dejé esta mañana un comentario o no. Por lo que veo no está así comento de nuevo.
ResponderEliminarPaloma este texto es increíble. Cuenta de un modo tan lirico, tan poético, lo que en realidad es nuestro día a día que me deja atónito ante estas pocas palabras que sin embargo contienen la esencia de lo que en verdad somos.
Un abrazo.
No podemos huir de nosotros mismos. Dios sabe que he recorrido ese mismo camino, repetidamente. Pero aprender a detenernos y poder mirar al espejo, sostener su mirada y sonreír a pesar del extraño que nos devuelve la sonrisa ayuda en el proceso de aceptar todo aquello sobre lo cual no tenemos control o sólo una ilusión de control. Te abrazo fuerte, fuerte para que sientas una infusión de cariño y de buenos deseos por ti y te doy un beso, un besazazo, para que sepas que no estás sola y que te queremos un montón de personas.
ResponderEliminarPocas vidas son círculos perfectos. Vuelve a uno de los lugares donde fuiste feliz y, cuando estés sola, abre los candados.
ResponderEliminarMil besos.
Suena muy doloroso. Llega y deja una sensación de vacío.
ResponderEliminarLa última frase es brutal, perfecta para no dejar indiferente al que la lee.
Un abrazo.
No; el candado no me ha gustado. Las puertas deben estar siempre abiertas, a la vida y a la esperanza. Pero ya sé que sólo es poesía, pues se que eres valiente.
ResponderEliminarLo de los insectos no me extraña; recuerdas? a un panal de rica miel, y si, además, es de la Alcarria...
Te dejo un silencio y un montón de besos.
ResponderEliminarBellísima prosa poética. Puritita poesía.
ResponderEliminarCien besos, por lo menos.
Pocas veces conseguimos pasar de la casilla de salida.
ResponderEliminarTu poema me recuerda, en el fondo, un rima de Becquer. Siempre buscando el imposible, que es buscado por ser imposible.
Abrazos.
Tus palabras son bellas
ResponderEliminarlúcidas y humanas
no hallo en ellas
ninguna laguna magullada,
son una pura metáfora
de la vida.
Muchos besos
Avísame cuando te llegue una mañana de ésas que, probablemente, yo andaré enredada en otra de igual melancolía. Trazamos la mitad del camino entre Murcia y Alicante y, con un café por medio, veremos si somos capaces de exprimir algo de dicha. Estoy convencida de que sí.
ResponderEliminarBesos y abrazos, pero muchos, ¿eh?
El oficio de explorador tiene eso, Paloma. Búsqueda constante y solitaria de caminos, siempre abriendo rutas, siempre ensayando destinos. Y es tan fácil perderse.
ResponderEliminarUn admirado abrazo.
Paloma mis anteriores blog han dejado de funcionar. Te dejo este comentario para que puedas acceder al nuevo
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