no hay tú
ni tan siquiera yo,
no hay padres, no hay hijos,
no hay cuando,
ahora ya es tarde
para la tregua,
para el almendro,
tarde para la fiebre
de los que mueren juntos,
hasta para escribir es tarde
(lo saben los adverbios y los gatos),
el silencio ya empieza,
ya empieza,
me aferro a él
y parece otra vez,
inesperadamente limpio,
el mismo día, el mismo cráneo.
el mismo día, el mismo cráneo.
[foto: jaime mu]
Incandescente este silencio,,,
ResponderEliminarA pesar de que sea tarde para escribir, hay que escribirlo, Paloma. Tiene que doler mucho, pero hay que escribirlo, porque a veces las mañanas son inesperadamente limpias.
ResponderEliminarMuchos besos.
Bastante nada tenemos ya, como para que nos quiten o nos quitemos la palabra.
ResponderEliminarEs cuánto nos queda Paloma, escribir, tal vez para narrar en verso o en prosa el soñar una esperanzadora mañana.
Besos.
No hay nada más que el íntimo reflujo que un verso provoca en el agua, nada menos...
ResponderEliminarSiempre un placer, siempre...
Un beso.
En el silencio y desde el silencio sólo se puede sentir de esta manera...
ResponderEliminarUn abrazo
¡ Cuánto has crecido, Paloma! y ¡qué bien!
ResponderEliminarrealmente me gusta mucho tu estilo, tan fluido y tan sonoro. Un gusto leerte
ResponderEliminar"El silencio ya empieza", y yo también lo siento, me envuelve, me vence.
ResponderEliminarTouché, Paloma. Me llegó hondo.
Un abrazo.
Y esa pinza en el estómago...
ResponderEliminarBesos veraniegos.
Es tarde para todo, Paloma, descorazonadoramente tarde.
ResponderEliminarUn beso
pareciera que es tarde , pero el sentimiento no se adhiere al tiempo, nunca es tarde para terminar, para iniciar, para dejar, para ...
ResponderEliminarfelicidades , buenos versos
sin palabras. te felicito por tu arte.
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