Sin
límites ni términos
la
sangre se congela
como
un presentimiento de cristales
y su rifle,
y su rifle,
como
la letra doble que traiciona
el
fondo de los ojos
(se
detiene un segundo),
germina
la sequía en la garganta,
las
moscas sobrevuelan los círculos desnudos,
la
obsesión,
las cloacas, el hígado infectado
las cloacas, el hígado infectado
(¿dónde
voy?),
hablo
desde la boca inodora,
desde
la impavidez de la ausencia,
por
lo antiguo,
hablo
sobre la jaula que cubre
y
la noche excedida a todos los verdugos
(¿tú
quién eres?),
hablo
para volver, aún respiro.
[foto: beatriz morán]
Te seré muy sincero. Este poema me deja sorprendido y confundido. Quizá es por que te conozco o te leo, desde hace muy poco. No se si pensar que es una lucha por sobrevivir. Pero como siempre he pensado que los escritos una vez expuestos a la vista de los demás quedan a su interpretación, me quedo con la mía.
ResponderEliminarSi no es así, estaré pendiente a tus aclaraciones.
Mi beso
Bello poema donde me acomodo en esta noche de sábado para sentir que estoy vivo, gracias a la poesía.
ResponderEliminarun abrazo
antonio
respiro
ResponderEliminartomo de mi y dejo en el olvido,
me doy y voy,
vuelvo entre mis dolores a escribir de los mismos pasos una versión con nuevo aroma,
besos
Hola, Paloma:
ResponderEliminarEncantado de pasear por tus letras y disfrutar de una agradable lectura.
Un abrazo.
Ya no hay solución. Desestimado tu poema. Debes quedarte.
ResponderEliminarQué extraordinarios versos escribes entre viaje y viaje, de vuelta de deslumbramientos o decepciones, mientras preparas el amoroso nido para tus cachorros. Versos-golpes contundentes, fulgurantes, seguidos, que me dejan aturdida, sin resuello, tendida sobre la lona. Qué talento para manejar las emociones.
ResponderEliminarBesos
Elvira
"Hablo sobre la jaula que cubre
ResponderEliminary la noche excedida a todos los verdugos"...
Impresionantes versos, Paloma. Como dice Elvira nos dejan sin resuello.
Un abrazo.
Sorprendente.
ResponderEliminar¡¡cojonudo!! eres muy buena.
ResponderEliminarTremendo. Cuando el dolor llega a congelar la sangre, es que se trata de algo indecible, excepto para tus versos.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo con Kenit Folio, :))
ResponderEliminarUn excelente poema de "chasquidos" en forma y fondo!!
ResponderEliminarGracias por pasar Paloma. La cita que viste me la facilitó nuestro querido A. Céspedes (ya me habló largo y tendido de tu visita)
Besos!!
te quiero mucho y te mando un abrazo
ResponderEliminarsolo quería decirte esto
y besos
Lo he leído un montón de veces y a cada una vuelve la misma imagen: una palabra emergiendo de los estragos, de la desolación. No sé bien por qué – tal vez ese “tú quién eres”- me recuerda, furiosamente, al Hiroshima de Duras. Escribes maravillas, que lo sepas.
ResponderEliminarBesos.
Se me quedan pequeños los calificativos estremecedor impresionante.
ResponderEliminarSolo sé que me he quedado pegada a la pantalla, releyendo tus versos una y otra vez, vapuleada como un tentetieso.
Un abrazo
Bellísima...
ResponderEliminarFelicidades por el blog.
Un saludo desde mis Amanteceres.
vértigo da cómo tus palabras, cómo consigues crear, cómo lo diferente...
ResponderEliminaruff y uff vértigo cómo se adhiere
besicos