balbucear las bestias
con la boca pintada de rojo,
incluso sin ninguna boca, transpirarlas
una a una:
la del vértigo oscuro,
la de la voz que busca el aliento,
la que respira y dice lo trémulo,
la que revienta,
la que baila desnuda y copula con algas
(por mi culpa, por mi grandísima culpa),
la que tiene serpientes entre los muslos,
la del álbum de fotos,
la de la sombra, sombra
(por mi culpa),
la que parió y cobarde casi amó,
la que murió de nieve,
la altiva, la imprecisa, la que obliga;
la que murió de nieve,
la altiva, la imprecisa, la que obliga;
balbucear las bestias,
colocarlas de frente y, en silencio, atenderlas.
[foto: oprisco]
Es la vida.
ResponderEliminarHermosa cara, hermoso pelo.
Un saludo.
Madres generosas
ResponderEliminarDonde los putrefactos
No tienen cabida
Plagada de sueños
Su alma se cobija
Que la tierra la espere
Y los surcos se aprieten
Copulando con ella
Nueva sabía
De tu alma sensual.
un beso y gracias
Ecrire, parfois, ce n’est que l’autre forme du déni de soi. Mais, tu le fais si merveilleusement bien, que l’on s’en fout de penser.
ResponderEliminarBesos marineros.
«Le poème est l’amour réalisé du désir demeuré désir»
Muy buen poema, Paloma. Esas bestias que van saliendo mientras se escribe. Y menos mal que salen..
ResponderEliminarUn abrazoo!
Querida Paloma: me ha gustado este paseo por las bestias, habitantes de sabe dios qué laberintos. Y ese acto de contricción que se sucede.
ResponderEliminarUn magnífico poema para releer.
Un beso.
Por tu culpa, por tu grandísima culpa, la que baila desnuda y copula con algas...
ResponderEliminarSiempre es así. Se escribe copulando.
Bessos.
Dejemos salir a todas nuestras bestias para que no nos devoren por dentro.
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre.
Besos.
Maravilloso! Poesía con toda la furia.
ResponderEliminarNo se puede hacer nada, absolutamente nada. Siempre hay que expulsarlas, balbuciendo, transpirando, escupiendo o respirando, da lo mismo. Con o sin culpa, pero siempre afuera, aunque sea maquillados por el dolor.
ResponderEliminarEs magnífico (vaya noticia) este poema.
Soy un incondicional admirador que lee en silencio. Usted rompe la red y la vuelve a tejer, tiene raza y belleza, tiene el don y la cadencia.
ResponderEliminar¿Dónde puedo comprar sus libros?
Saludos y enhorabuena.
Un gran poema, Paloma.
ResponderEliminarTe sigo aunque no siempre ponga algo.
Un abrazo!
¡Enorme!
ResponderEliminarQuerida Paloma:
ResponderEliminarBalbucear las bestias, todas las que hermosamente nombras, para acabar colocándolas de frente y atenderlas una a una, como en este poema, es la forma de acabar con ellas, estoy segura.
Un beso.
No nos queda otra: expulsar las bestias para acoger al ángel de la escritura.
ResponderEliminarBello, Paloma, y valiente, que a las cosas hay que nombrarlas y saber nombrarlas de manera precisa, sin miedo.
Un besazo.
"la que murió de nieve". bellísimo.
ResponderEliminarMe encanta leer la evolución de tu poema; es como observar el cincel de un escultor y ver como, poco a poco, se desvela la verdad escondida en el mármol, una maravilla; gracias dobles. Besos.
ResponderEliminarúltimos auxilios
ResponderEliminarmuac!
Tu forma de balbucear las bestias son todo un regalo para los que te leemos.
ResponderEliminarMe ha encantado el poema. Mira que escribes bien corazón.
Un beso balcuceando
que sabio el anónimo...
ResponderEliminarme gusta cuando sacas esa paloma con garra, dan ganas de abrir las ventanas y gritarlo a toda letra, lanzar esos cuchillos pero no balbuceando, tu no balbuceas Corrales tu nos sentencias y nos abres en canal y claro que es tu culpa ;), la de la valiente que ordena bestias y las coloca de frente.
esto no es un poema es una pasada
besicossss
De los gra ndes, grandes, Paloma.
ResponderEliminarDe los más tuyos.
Besos, toneladas.
Grandioso tu poema, Paloma, como todos tus poemas engrandecidos por las palabras.
ResponderEliminarSaludos desde EEUU.
Así deberíamos enfrentarlas como tú enfrentas las palabras, al chocar salen despedidas y se nos cuelan dentro, muy dentro.
ResponderEliminarAbrazos.
Supongo que las tienes domadas, con tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
POEMAZO sin lugar a dudas, leerte ha sido extraordinario Paloma,intenso poema que he leído y disfrutado, felicidades
ResponderEliminarUn abrazo
Stella
Para mi balbucear las bestias es:
ResponderEliminarDesahogarse,
desarmarse,
relajarse
y disfrutar.
¡Que suerte poder expresarlo como tu lo haces en tu poema
¡Felicidades!
Saludos
Me gustó el poema, Paloma. Haces un repaso por puntos álgidos que algún día se derramaron en tinta escrita, o se derramarán. Y la actitud, en silencio, de frente, atendiéndolas. Muy bueno.
ResponderEliminarGracias. Abrazos